miércoles, 30 de julio de 2008

Necesidad de decir... o simplemente de escribir

¿Y qué es esa necesidad de decir? ¿Qué nos lleva, espacio de por medio, a escribir las líneas que en la mente desfilan? ¿Realmente hay tanto para decir?
Abro el juego, quiero escribir, pero... ¿qué escribo?


NO SE, escribí lo que se te ocurra, lo que sientas, lo que pensas, lo que le robas a los que piensan, lo que sueñes/soñas/soñaste, pero escribí, escribí, escribí hasta que las palabras de tu interior se agoten y las letras ya no formen cadena. Entonces podrás soltar un suspiro y huir de este destino del ser constante.


Si saltas y no Volas, tal vez tengas las Alas Rotas, y vuelvas a caer, imperecedero destino, en la sombra de tus palabras... morirán las flores, morirán las aves, morirá tu cuerpo y puede que hasta el alma no exista... pero tus palabras se harán inmunes al paso del tiempo.
Escribe...

Kerouac, el camino y la gente que esta loca...

Jack kerouac, que es un escritor norteamericano perteneciente a la generación beat, escribió:

“La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que las arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz y todo el mundo suelta un ¡Ahhh!”

Este fragmento pertenece a su libro "On the Road" (En el camino), y apareció en mi vida un día de esos en los que nos sentimos asediados por la simple monotonía de la rutina, y me despertó ese sentimiento que ya tenía algo olvidado... Hay que arder, volverse loco y arder, que las ganas de todo al mismo tiempo y la pasión por vivir no se consuman nunca, para volverse fabulosos cohetes y en plena explosión la gente mire y diga ¡guaaaaauuu!