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martes, 27 de octubre de 2009

Voces...

"Y ponerse un límite es como atarse los cordones.
Hay que dibujar la falta de horizonte y marcar bien derechito:
cuándo uno dice basta, cuánto se esta dispuesto a sufrir y cuánto a amar.

No quebrantar el juramento a ser mas vil o menos villano, sólo pensar con dedos fríos...
Que no me gusta escribirte cuando estas despierta ni despedirte en la puerta.
Toma mi mano y usala, que te sirva de guía y de regla,
en esa ardua tarea de decir basta cuando sobran las palabras,
y delinear el trazo cuando la angustia mata..."


Cl.

Profesionalmente hablando el limite es la angustia, es el dolor importable de saberse inútilmente vivo. El limite es la herida que causa la conciencia de verdad, el desconcierto de la razón. El limite es el llanto quemando en el pecho, pujando en la garganta. El limite es él, el limite es ella.

Gr.

martes, 20 de octubre de 2009

A veces



A veces siento que no siento, y que de a poco me vuelvo a transformar en otra...

En otra que me mira incesante, sin callarse ni apartarse.

Otra que me reclama algo, algo que no se qué es.

Y entonces me encuentro vulnerable, tratando de no sentirme.

Y me pregunto: ¿Qué quiere?

Otras tantas siento que adentro no hay nadie,

y de ser vacía no sentiría, pero ahí estoy,

sintiendo que falta alguien.

¿Y quién falta? Grita ella, que bien me conoce.

No sé, le respondo mirándome los pies.

Y recuerdo cómo era correr, y en ese preciso instante me dan ganas de huir.

Pero al verme callada, y a ella gritando y a la otra llorando, suspiro:

¿Quién puede escaparse de su propio vestido?