miércoles, 28 de enero de 2009

Te...

Te visito unas 20.000 veces al mes... Te espío en cada recreo de mi vida, te acecho a cada instante, y te recorro en cada mirada...
Ansío desnudar tu alma, para perderme en los silencios de tu mirada. Ansío besar tu cuerpo, para encenderme en los brazos de tus pensamientos...
Que no me alcanza con Amarte en letra y carne, quiero amarte hasta desangrarme.

Prisionera de tu pecho, en tu palpitar yo me duermo, y sólo descanso cuando tus manos acarician mis sueños. Bebo el néctar de tu piel, saciando la sed de mis días vencidos. Y me sumo a la ilusión de esta compañía, para ya no temer a tu partida...


aaah! Alas...!

lunes, 26 de enero de 2009

cable a tierra...

- ¿Un cable a tierra? ¿Estas segura? - Tenía en su rostro esa chispa propia de la juventud.
- Si, un cable tierra, una conexión que me descontamine de lo rutinario. Que sea mi escape... - Pronunció las ultimas palabras con cierto temor, casi intuyendo que su respuesta no satisfacía a su interlocutor.
- No, no, no. Vos no necesitas un cable a tierra. - Rió jocosamente, impregnando la habitación de ese plateado sonido. - Ya tenés demasiadas conexiones a la tierra. Lo que te vendría muy bien es un hacha filosa y un par de alas. - Otra mirada centelleante.
- ¡¿ Cómo?! - Sonrió ampliamente, fijo la mirada en la luz que la inquiría arduamente; hizo un silencio breve, y... - ¿Cómo es eso? ¿De qué me servirían esos elementos? -
- Animate. Te pones las alas en la espalda, en la cabeza, en los pies o en el pecho, donde te plazca
- Sonreía con cada palabra, y cada ocurrencia incrementaba el entusiasmo - Una vez que las tenes puestas, yo agarro el hacha y corto todos tus cables a tierra; y ahí nomas las agitas bien fuerte - La emoción desbordaba en sus labios, en sus ojos, todos los poros de su piel emanaban aroma a libertad - Y te vas lejos, muy alto, te subís a un sueño... y finalmente sos vos... - Pronunció las ultimas palabras extasiado.
Ella aún lo miraba desde el umbral de la puerta, veía como la habitación se había inundado de mariposas, sintió el sol nacer en sus entrañas, para correr luego por sus venas; y floto hasta sus brazos, mientras los días vencidos caían de su piel como se desprende una hoja del árbol en otoño. Estrechó en aquel abrazo la chispa de su mirada, el dolor que no los dejaba, las palabras cargadas de emoción, el aroma a libertad, el aleteo de mariposa y su enorme cuerpo.
Fue la primera vez que Isabel se sintió Viva realmente, y ya no tuvo miedos.

alto, muy alto, como para atrapar nubes...




lunes, 5 de enero de 2009

Intento...

Amanece,

siento la calidez del día trepar a mi espalda y me surge el deseo,
hoy es más intenso que en aquel fútil verano de ilusiones imprecisas.
Siento muy adentro la llama que se enciende,
y tal vez sólo tenga que equilibrar el peso, (la carga que se cierne en mi lomo,
ya no es tan agobiante).

Miro por encima de mi hombro, hacia atrás (como en un sueño lejano),
y puedo ver el Mar agitando su alma, atravesando el marrón verdoso de la montaña.
Sacudo el nido, y dejo caer algunos miedos junto a los fantasmas,
que ayer me hicieron compañía.

Quisiera decir: ya no temo. Pero aún lejos de aquí, siempre seré presa de mi destino.
Este es el nido; si caigo: vuelvo; si vuelo: vuelvo.

Al fin, se alza Su Majestad y todo lo ilumina.
Ahora ya lo sé (la certeza es un buen condimento a la locura de estar vivos y no morir en el intento de sentir), hoy es el momento justo.

Desprolijo, desorganizado, con las ideas arremolinadas y el pecho empapado,
las Alas mojadas, y altivo de espíritu... SAAAALTO!!!

vuelo a uno mismo... a seguir intentando...

Alas fuertes, agitándose en la altura...