viernes, 26 de septiembre de 2008

Ella...

Antes de conocerlo a Él,
la vida ya le había dado tres cachetazos,
había tenido un momento fatal,
y su piel había incursionado en los suelos del infierno.


Tomado en cualquier esquina
y dejado en algún rincón, antes de Él,
sus labios fresas habían probado
todos los sabores.


En su cuerpo gris las noches eternas
se extinguían ya,
en el recuerdo borroso
de algún borracho infiel.

Y Ella sabía, lo podía sentir
en el fondo de su alma,
que una caricia de aquel aparecido
era capaz de cicatrizar las heridas.


Rodeó la mesa con la complacencia
de quien a su propia muerte burla,
y mientras lo invitaba con sus ojos oscuros,
levanto una mano, y dejó caer sus entrañas.


Una caricia de Él podía más, mucho más,
que cicatrizar las heridas,
y ella lo supo cuando voló ágil al cielo
entre sus brazos.


a veces las Alas no hacen falta...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Caleidoscopio

ME SUBO AL TREN, allá voy... al Sur de tus sentimientos, a tejer sueños con las ilusiones rotas de los que, vencidos, amantes son.

En la cristalina tarde mezclo el gris, de esos ojos tristes, con el azul de mi alma y surge la cometa que nos lleva al cielo, y a la ilusión falaz de alcanzar la meta.

Nubes de algodón, entre cada sonrisa descubro un nuevo mundo, y salta la espera, otra vez niños nos atrevemos a volar. Alas de papel maché y alambre de cobre, se agitan fuerte sosteniendo la palabra... y los sueños existen.

Lluvia púrpura, llagará la mañana y todo ese mar, contenido en mi alma, jugo se volverá. Ella sonreirá con el primer rayo de sol, y la tierra se iluminará.

Gira una vez más, y el césped naranja llega a sus rodillas. Él teme no llegar, pero bato mis alas, y el susurro en sus oídos canta: "llega primero quién ya soñó". Melodía plateada, cruza la meta al mismo vuelo de mis manos. Eterna paciencia, ese sentimiento mezcla de alegría, llanto y pasión se torna dueño de su piel.

Espejitos, colores... caleidoscopio real, la vida es un momento fugaz.

Creamos, sentimos, soñamos, imaginamos... respiramos en un momento único, efímero... falaz.

Deberíamos comprar abrazos, besos e ilusiones al por mayor, y luego regalarlos por ahí, para que se multipliquen y se expanda nuestra existencia... en una palabra justa, en una caricia cálida, en una sonrisa sincera. Y tal vez, sólo tal vez, nuestro paso no sea tan efímero ni nuestros sueños tan falaces.

Este gigante Caleidoscopio gira implacablemente, y cada vez que gira nos presenta un nuevo desafío: el reto a seguir inventando. Y nuestra meta es nunca dejar de ser creativos.


Regalo Alas que llevan al cielo... o tal vez, lleguen más lejos.