Límite entre la cordura y la dureza de la locura.
Definir un trazo entre el hastío y lo delicioso de la vida.
Una frontera clara entre la sapiencia y la acción.
Un franco desafío a la mucha presión de la diferencia entre vivir y respirar.
Un trance nocturno, plagado de caracoles.
Cofradía sulfatada de cobardes puñales.
Sólo eso, un límite para decir Adiós.
1 comentario:
¿Se puede definir ese límite? Por precaución, espero que no.
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