viernes, 24 de abril de 2009


En la aburrida nota de la vida, las extensas palabras se agotan en frases comentadas al oído del ser sin sueño.

En el silencioso espacio que abre la brecha de estos dedos y el fulgor de tus miradas, 
ya no te escribo.
Dibujo con palabras el vacío que a perpetuidad dejó la estela de tu visita.

Incoherencias de quién aun te conoce
 y no sabe quién sos.

YA no te escribo. Cae pesada la sentencia, mientras se derraman las letras en la hoja amarilla, que el tiempo se encargara de extinguir. Y hacen fútiles cadenas, tal vez acertijos o simples bosquejos de la dolorosa razón de quien abre los ojos por vez primera, fuera de la caverna.

Somos sujetos desatados.


unos pocos...

1 comentario:

L.K.P. dijo...

Las letras, las palabras... nunca se extinguen.
Permanecen una vez sangradas.
La eternidad se conjuga en palabras.
Muy bueno lo suyo.
Estaré por aquí planeando entre sus letras.

Saludos.

L.K.P.