jueves, 25 de junio de 2009

Olvido

Te extraje de mis recuerdos - Sí, a vos -.

Te succioné de mi piel, de mi sangre y de mis sabanas, para sepultarte en los ojos de cualquier desconocido.
Me descamisé el alma y solté el albedrío, para ya no latirte, para fundirte en la no existencia.
Extendí mis noches y mis besos en caminos perdidos; me fugué para siempre de una Yo dolida...
Y aun así no pude descoserte de mis manos.

Y otra vez aquí estoy, pernicioso destino, sepultando tu recuerdo, olvidando tu mirada, convirtiéndote en un fantasma.
Tal vez de tanto negarte, algún día ya no existas.
O, mejor aún, nunca hayamos existido ninguno de los dos.

Clipsa

4 comentarios:

oveja y negra dijo...

Triste el final!Mejor que deje de existir el!Besos.

Anónimo dijo...

I n c r e i b l e .

nanablanca dijo...

Clipsa es asi... a veces quiere morirse para ya no sentir..

Eliana Marchesi dijo...

es triste morirse desangrado en la desmembración de una parte propia...
que en realidad, no es nada propia, se fue solita, como solita vino.

en fin, lo que quiero decir es:
qué triste morir desangrado y tener que dejar de existir de a dos.

besos nanablanca, el gusto es mío.