martes, 22 de septiembre de 2009

y Yo que creí que de las caídas fatales uno no se volvía a levantar nunca jamás...

y Yo... que sostuve tu mirada hasta el último aliento, creyéndome inmune...

y Yo que, ahora miro por la ventana, nunca me supe tan desnuda como entre tus palabras, me despido despacio de aquel tormento en tu cama...

te digo en silencio y en secreto:

¡hasta nunca!... doloroso sentimiento...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Quisiera despedirme así, de una buena vez.