-¿Resistir? ¿A qué?-
-Resistir el impulso a saltar, a llorar, a gritar, a volar lejos y no volver nunca jamas-
-¿Resistir a estar viva? -
-No, resistir a estar muerta, condensar el llanto y el grito y explotar en mil colores. A saltar y volar, para mojarse bajo la lluvia mientras bailas. No dejar que el efímero pulso de abandonarse nos menoscabe la tinta y nos seque la sangre-
-¡Ja! Vos estas jodida, ni tan muerta ni tan viva. Divagas, al igual que yo, y te perdés, escucháme bien: te P E E E E R D E S en tus palabras. No tomas de ese vaso no comes de ese ensayo. Sos simple, natural, burda y nauseabunda. Y cuando te miras al espejo lloras, como yo al mirar el mar y ahogarme en su perfidia. No somos tan distintas si nos miramos las manos-
-Tenés razón, no somos tan distintas, pero vos estas en la orilla que se hunde y yo te extiendo mi mano...-
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