el agua confunde su extremidad inferior con la arena...
En algún rincón la gaviota aun vuela...
El viento entreteje sus cabellos con alguna nube pasajera,
y sus sueños cobran altura...
Se seca la lágrima jamás exhalada,
y se deja derrumbar...
Cae atestada de fantasmas,
ahora el silencio reina en su alma...
Es un día cualquiera, es una tarde común...
Sólo cae, y el silencio la acompaña...
alas frágiles...
1 comentario:
Qué bueno escucharte, desconocida? Vos bien dijiste, poco importa. Lo que realmente interesa es que hayamos roto el silencio y nos encontremos entre las palabras.
Desde ellas, yo también te voy a ir conociendo...
Seguí saltando, rebotando en el piso y probá tantas veces sea necesario hasta que finalmente puedas despergarte de él.
Saludos!
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